Después de dos años colaborando en este blog que tantas cosas buenas me ha dado, y más todavía la gente que hay detrás de bambalinas. Ha llegado el momento de despedirme. Esta es la última publicación por el momento, ya que no me gusta despedirme para siempre. No se debe decir adiós cuando aún queda mucho por descubrir, nunca se sabe cuando los caminos se cruzarán de nuevo, ¿verdad?
Sin embargo, esta entrada va dedicada a los chicos que un día me invitaron a su casa, a acompañarles todo este tiempo y que un momento dado, me presentaron al resto de su família, personas que hoy en día se han convertido en grandes amistades. Todos y cada uno de ellos tiene ese espacio privilegiado donde se conservan los tesoros. Agradecerles que sean ellos quienes me brindaron apoyo, cobijaron mis tristezas y celebraron mis alegrías, de verdad: mil gracias chicos, ¿se puede decir más claro? No lo creo, pero por si acaso lo repetiré: GRACIAS a todos, por todo y por tanto.
Y como no, daros las gracias a vosotros, lectores, visitantes con nombre o anónimos, por hacer que en este mundo existan verdaderas joyas como esta de la que me siento tan orgulloso de haber compartido.
Muchas gracias, otra vez, porque soy un pesado, lo sé XD
Por cierto: estos muchachos son los MEJORES Y LOS MÁS GRANDES.
¡Hasta pronto!